Milimétricamente medido. Sin pasarse de la raya. Todo está bajo control.
Kim Jong-Il posee las riendas del pueblo, él es el que maneja las marionetas, que sin que lo sepan, son educados para que la dictadura se endurezca aún más. Una dictadura comunista que está completamente dirigida al odio del capitalismo norteamericano. Negro como la dictadura nazi y a la vez blanco como si nadie habría roto cristales.
Millones de personas logísticamente colocadas en un terreno que oro parece y oro no es. Entre lo real y lo surrealista. Y ellos, el pueblo, están prietos, soportando la última bocanada de aire. Hacen lo que les dicen y si no lo hacen, ya saben perfectamente lo que tienen. Educación escolar con relleno de culto al poder, canales de TV repletos de imágenes de militares en acción, noticias de periódicos que siempre incluyen el nombre del "querido líder"...
La estructura social de Corea del Norte es la estructura de cualquier país capitalista actual llevada al extremo. La diferencia está en que la dictadura sea reconocida.
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