Los dos lados de la pistola

En estos tiempos es cuando me dedico activamente a dibujarme mi propia diana. Se que soy el peor parado cuando abro la boca, pero las necesidades son sobradamente superiores a todo lo demás. Y en vez de fijarme donde colocar la diana, me fijo en los colores con los que quiero pintar.

Un momento más cerca del final y uno más lejos de tu olor, te escribo de este lado de la pistola. Te puedes imaginar todo lo que pasa por mi cabeza cuando te apunto, con el arma bien en alto. Lo defino algo así como un extreñimiento de un nivel mayor al de minutos antes de salir a tocar en un concierto. Vamos, que la pistola se mantiene en alto pero sin quitar el "parkinson" asistido. Veo tu cara con una blancura desafiante, con un frescor que distorsiona mi interpretación del malo de la película.

Piensas que esto se acaba cuando eres el protagonista del otro lado. Con un extreñimiento más avanzado que el que apunta pero ambos igual de callados y ahogados de aguantar la respiración.

El apuntador quiere acabar con el apuntado, mientras que este se caga en su madre. Dos fines distintos. Pero si os fijais en los síntomas que provoca la situación, hasta rozan el parecido. O alguno de los dos se acuerda de la marca y el modelo de la pistola cuando el gatillo está acabando su breve recorrido.

Little me

Eran aproximadamente las 7 de la tarde y aunque conocía el sitio lo suficiente reconozco que me sentí como hace un año. Tenía que volver a ajustar esa distancia de todo un verano con la gente que tanto aprendí y espero seguir aprendiendo. Y tenía que empezar a calentar el motor para la nueva gente que esperaba ver, conocer y disfrutar. Todo esto en un marco incomparable, Bilbao.

Unos se van, otros vienen. En un año cambian mucho las cosas pero por favor, little me, no te olvides de mí.

El maldito exorcismo

Hoy me visita el Diablo, hace tiempo que no lo hacía. Y sin tocar la puerta, ha saltado los límites de mi cuerpo. Y es que no me gusta como se suele portar conmigo.

Me hace retorcer la barriga, obligándome a visitar uno de esos lugares donde el humano llega a relacionarse con todo lo extra-cotidiano, el baño. Hace que mi cabeza simule a un globo aerostático, frágil y sin suelo firme donde aterrizar. Permanezco activo pero mis acciones se retrasan en microsegundos, la información de mi cabeza toma todo su tiempo cuando tiene que llegar a su destino. Respiro fuego, que me quema todo mi organismo aparentemente bien cuidado durante años y desperdiciado por el malo de los malos.

Os recuerdo que es Domingo.

Agoraphobia

Make me

SMILE!!!
please

David contra Goliath

Hay que tener lo que hay que tener para tener ese valor.
Empezando de ser un completo inútil que no alcanza lo deseado, a callar bocas y tachar barbaridades. Ha conseguido aspirar todo el humo que le rodeaba hasta aclarar su propio entorno. Digamos, que ahora todo le va bien.

Pero un enano sigue siendo un enano ayer, hoy y mañana. Sabe defenderse, pero con los de su tamaño. "Tú con los de tu edad" le repetían a mi padre. Quién me va a decir que un David le va a ganar a Goliath. Si no lo veo, no me lo creo. Comentan por ahí que en una pelea, por muy pequeño que seas, lo que cuenta es la rapidez en el ataque. Si llegara a ser Goliath, ya le habría metido la piedra por el culo y pisarle hasta hacer de David una lámina fina y consistente contra el suelo, por muy rápido que sea el chaval.

La historia dice que gana David. Seguro que hubo chanchullos. David le conocía al primo del presidente de Telefónica, sí, el que es marido de la hermana del que lleva Telecinco... ah! ahora que recuerdo, esta tía se lió con el de las Fuerzas Armadas Nacionales, verdad Joxepi? Me da igual. La cosa es que tenía dinero y poder. Que le quiten lo bailao a todos los 'davides' del mundo con bombas atómicas preparadas para explosionar.

Pero no, es el más grande, el más listo, el más querido, el más hombre,
es el mejor.

Mas vale ser un humillado Goliath que un orgulloso sin qué demostrar David.

Compromisos

Por fin he conseguido contactar con Houston. Tenía tantas cosas que contarle en tan poco tiempo, que se me entrelazaban las palabras como si estuviera comiéndome un polvorón mientras hablo. La emoción del momento, de poder contactar con la persona que me sigue mientras que yo no se nada de él. Y el miedo de que la emoción se resuma en un simple "Hola".

Necesitaba cumplir con él. Son compromisos. Él me mandó a este lugar tan lejano y a cambio, me dijo que pusiera algo de mi parte. Le doy todo lo que me pide. Datos, imágenes, y hasta regalos y alguna que otra sonrisa. Me da morbo esta situación.

Pienso en el reencuentro, todos los cafés que nos podremos tomar contándonos nuestras penas, o los momentos que pasaremos juntos a la luz de las velas. Quién sabe que pasará después de todo este tiempo. De momento, aquí me quedo, recapacitando en lo que me pueda ayudar este respiro y mirando el mar azul por esta diminuta ventanilla.

desde la Luna.

El principio

Una está mal, el otro está peor.
Se presentan dos niveles distintos de inconformismo con la vida,
una sólo reflexiona con la boca y el otro se entrega cuerpo y alma al momento.

Lo curioso está en que las palabras de la chica las llevará el viento y no se oirán jamás, y lo que el chico pretende hacer no se perderá en el olvido, ya que busca un nuevo principio en el final.

Evolución/Re-

Y me pregunto si el hecho de que yo siga aquí tiene alguna relación con el progreso,
o si corresponde al mero caso de ser un humano que nunca ha llegado a morir.

Tengo derecho a morir, como de vivir. Muero por seguir siendo mañana lo que acabo de hacer hoy. Edifico encima de una base que unos pocos han sabido asfaltar e intento avanzar más y más arriba, eso si, con un buen arnés que me sujete y con compañeros de trabajo que estén puestos en el tema. Distingo las horas que tengo que pasar en el baño a las que tengo que compartir en la cocina, distingo la mala cara de la sonrisa, distingo el color azul de las paredes del amarillo chillón.

Chilla el progresista velóz. El McDonald's del tiempo y del lugar. Con acciones que pueden o no llegar a herir la sensibilidad, deja claro lo que quiere. Un momento. La sensibilidad y también algún que otro monedero. Re-crea, re-dondea,
re-siste...

y avanza.

Me plus one

Porque hoy en día lo único que nos hace libres son los aviones
porque con los aviones nos comemos el mundo

Porque hoy tengo dinero para comprarme mi ración de kebab
porque me he aburrido del escalope de mi madre

Porque hoy lo que más mola es Paris Hilton
porque Michael Jackson ya no vale ni dos pelas

Porque hoy estudiar es un privilegio
porque de pequeño utilizaba los libros para dibujar garabatos

Porque hoy mi hermano se viste de traje
porque ayer no era un chaval elegante

Porque hoy un nombre solo no vale
porque necesita un plus de más.

Un nuevo mes

Hoy las olas de la playa se parecían al ruido de las sábanas que con un simple movimiento parecen que son ensordecedoras. Antes recibía latigazos a través de tus miradas y ahora parece que me acaricias con el plumero quitapolvos.

Es un nuevo mes y parece que otro circulo vuelve a su comienzo, de vuelta y vuelta. Es cuando vuelven los apuntes, vuelven los grandes músicos, los políticos dejan las calas de Menorca, incluso los terroristas dejan atrás esas vacaciones en Salou. Es el mes del puente, el que une el relax con el esfuerzo o viceversa como es mi caso. Cambia la calidad de vida, los vuelos se desvían a otros destinos completamente distintos, las personas circulan por lugares que en agosto no quisieran ver ni en pintura. Y ahora hay que escalar esa cuesta tan empinada que hemos construido con el cúmulo de todos los gastos efectuados. ¡Quién dijo miedo!

"A los musulmanes negros les tengo respeto, pero tú no eres negro, no eres más que un pobre comemierda. No eres ni moromierda, sólo un comemierda." - un cristiano.

Por aquél entonces, un grupo de vascos paseaba por Londres, cuando le pusieron "a parir" a uno de raza negra que se les cruzó por el camino. Utilizaban el euskera como arma, como forma de hechar la piedra y esconder la mano. Cobardes.
La respuesta: "Ez nuen espero euskaldun batek hori esango zidanik" (No esperaba que un vasco me dijese eso).

No son colores, son sensaciones.