26 nov 2007

Demasiada carga a la espalda para poco pelo

Necesito un corte a cero. Un corte por lo sano. Donde mi brillante cuero cabelludo vea nacer el pelo desde el vacío tras dejar caer todo el polvo que se ha amontonado. Porque no me limpio el pelo. La manía de mantenerla intacta y no querer cambiarla de forma me obsesiona. Más que una obsesión, diría que es prácticamente un miedo. Pánico a los olores del Pirineo, a los 'hacheyese'-s y 'whashandgo'-s, a mis limpias manos. Pánico al túnel.

Del poco sol que queda, algún rayo se dejaría deslizar por mi virgen cabeza si recurriría a las tijeras. Sería un mal comienzo si me dijeses que no te gusto con las ideas al descubierto. Entonces, valiente el que me recoja los restos de cabello y me haga un apaño. Que no se note mucho. Me vale con disimular la claridad.

Serías el 'Stick-Stack' del tiempo para mí. El único puente entre la suciedad de mi pelo de siempre y la raíz de mi novedosa imágen. La salida sin tener que hacerlo corriendo.

No hay comentarios: