4 oct 2008

Transiciones fugaces

1 + 1/2 de café y un sorbito de tequila para darle vida al cuerpo. Con los ojos como platos y paralizado desde que todo dejó de ser intenso y se volvió inútil. Conviene, de vez en cuando, volver a ver las caras que en aquél entonces las teníamos como "de siempre", simplemente para que ellos también opinen de la tuya con el mismo pseudónimo.

Me paré un segundo a ver como gritaba el mar entre los altos paredes que intentan ocultarla de mi vista. En septiembre parece que tiende a enfadarse. En octubre ni la miro. Las casas mantienen los pies en su sitio, la relación perro/dueño sigue siendo nefasta y las nubes funcionan como un paraguas enorme que nos protege de algún que otro rayo y su estruendo.

Y me acuerdo de todo esto en un triste desayuno, lejos de donde parece que me encuentro. Los oídos a rebosar de voces radiofónicas y la mente en falta de una sincera nostalgia.

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