16 oct 2007

Sin privaciones

Recuerdo el día en el que volviste con un gran envoltorio de regalo sin contenido, con el rabo entre las piernas, como si no hubiera pasado nada, nunca. Entonces, cuando todavía el río transcurría a su ritmo y todo funcionaba como una paradójica cadena del taylorismo, el aburrimiento se apoderó de mi conciencia y tus intenciones me comieron la inteligencia. Y sin ninguna privación, me sentía un hombre perfecto, un envidiable hombre ejemplar para muchas madres. Un absurdo gilipollas.

Dicen que el tiempo es el que te señala con el dedo en cual de los asientos debes sentarte. Y a mi me concebió uno de los más demandados. Un asiento en primera fila para poder disfrutar del transcurso de la vida, como quiero y con quienes más quiero. Sin privaciones.


Continuará,
cuando el tiempo me lo indique.



Do not disturb

1 comentario:

Anónimo dijo...

pffffff paradojica cadena del taylorismo?????? ya me explicaras lo que eso significa....
bo konklusiyua al dan bitarten ez da ezertaz pribau br!! gaztiak gea ilusiyok dazkau... oien bila jun br da
ei bino ezertaz ez pribatzeko ortan br ez ditugun gauzak re ez dia artu br.... br deunan bila jun ta bestia utzi in br da
morrox