11 nov 2008

Clasificado inclasificable

Varón que ronda los 30 roba postales de su propia ciudad con el fin de devolverle el cariño a su madre con empalagosos escritos. Y no se da cuenta de que los postales son de la ciudad de hoy. Que ya no hay fotos en blanco y negro enredadas por vías del tranvía. No sale ningún niño repeinado jugando a la pelota tan bien como lo hacias tú. Y se conforma con imaginar que en un futuro no muy lejano se encontrará con su nombre redondeado en alguna sopa de letras. O en cualquier otro juego del inventor de los sudokus.

No hay comentarios: