13 abr 2008

Tú no preocupar

Se ha hecho tarde y me agobio pensando que mañana tengo que madrugar una vez más, sin poder hacer mi descanso semanal de 10 horas en coma. El causante del frío debe de ser la ría, no tengo la culpa de estar congelándome cuando no me he parado de mover. Y tampoco para de llover por las calles de la ciudad más muerta del mundo. No soy capaz de bajarme los pantalones para hacer mis necesidades con tal de que no se me petrifique una de mis reliquias (sí, 22 años).

Y cojo el camino a la cama desde el otro lado del barrio. Voy escuchando como el sonido de mis pasos llega a cada hueco de los portales y rebota provocándome la sensación de que soy perseguido por algún "latinkín" o "chino despelleja-gatas". Vale, no vamos a clasificar a nadie de delicuente. Al fin y al cabo, me deberían de detener a mí por mis injurias y barbaridades. Y es que se creen que soy un diablo cuando soy el más bueno de todos. No te preocupes que me cuido. Molto molto.

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